¿Cómo podía yo dejar poso?

José relata el efecto que produjo en su vida la lectura del libro del fundador del Opus Dei: ​«'Camino' me hizo ver que Dios no sólo estaba los domingos en la iglesia, sino en cada uno de los segundos de mi vida».

Foto: Ismael Martínez Sánchez

«A lo largo de muchos años había pensado que vivía como un buen cristiano: iba a Misa los domingos e intentaba portarme lo mejor posible en mi trabajo y con mi familia. Un buen día llegó a mis manos un ejemplar de Camino.

Me di cuenta de que no era un libro que hablara de Dios, como yo me esperaba, sino de cómo el hombre de la calle podía acercarse más a Dios

He de confesar que la idea que tenía del Opus Dei no era muy buena, por lo que el libro quedó olvidado. Hasta que una tarde, sin saber por qué, empecé a leerlo. Me di cuenta de que no era un libro que hablara de Dios, como yo me esperaba, sino de cómo el hombre de la calle podía acercarse más a Dios y hacerse santo en su trabajo. Jamás había pensado en aquello.

Que tu vida no sea una vida estéril. — Sé útil. — Deja poso”. Estas frases me sacudieron poderosamente. ¿Cómo podía yo dejar poso? No era famoso, no tenía dinero, no había descubierto o inventado nada, ¿qué rastro iba a dejar con mi vida? A los pocos días comprendí que el “poso” solo se podía dejar si aprovechaba cada hora del día.

En otros puntos de Camino leía que el matrimonio es un sacramento santo, que yo era templo de Dios, que si no tenía un plan de vida nunca tendría orden, etc.

Algunos de esos puntos empezaron a incomodarme, me parecía que estaban escritos para mí

Algunos de esos puntos empezaron a incomodarme, me parecía que estaban escritos para mí. Sabía que tenía que cambiar muchas cosas si de verdad quería ser un buen cristiano. No sé en qué momento, ni cuándo, ni cómo, decidí dar el paso de intentar vivir las enseñanzas del libro.

Lo que sí sé, es que mi vida iba cambiando, mi trabajo, mi familia, mis problemas, mis amigos. Por primera vez fui consciente de que estaba junto a Dios, que no me tenía que “acercar” más a Dios, sino solo abrir los ojos del corazón para descubrir que Dios había estado siempre junto a mí».

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El relato de José forma parte del libro electrónico «Compañeros de Camino», que puedes descargar gratuitamente en varios formatos. También puedes leer otras Historias de Camino.