Las celebraciones serán en la diócesis de Roma y en Polonia. La primera debido a que Juan Pablo II fue obispo de la Ciudad Eterna y Polonia porque es su país natal, según decidió la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
La Iglesia católica admite para el beato el "culto privado", es decir, en la zona donde nació o ejerció su labor, mientras que al santo se le reconoce el culto universal y es modelo público para todos los creyentes.
La Congregación para el Culto Divino ha dispuesto que, hasta el 1 de mayo de 2012, se pueda celebrar un domingo una misa en honor del nuevo beato "en lugares significativos", que determinará la diócesis donde se oficie esa misa" .